La radiografía de Perú, a pocas horas de iniciar la Copa América

Un cielo nubosamente blanco y un ambiente un poco frío. Ese es el clima que se vive hoy por hoy en las calles de Lima, y también el que se vivió en los alrededores de la Villa Deportiva Nacional, cuando la selección peruana de fútbol abandonó su cuartel general para viajar a Brasil y disputar la Copa América.

El termómetro de la hinchada marcó la temperatura más baja en mucho tiempo. Atrás quedaron las multitudes y caravanas con banderas rojiblancas en mano. En esta ocasión, solo un puñado de incondicionales y la prensa siguieron al equipo hasta el aeropuerto.

Pero esta baja expectativa popular tiene un por qué. En lo que va del año, Perú afrontó cuatro partidos amistosos dejando un saldo de dos victorias ajustadas (ante Paraguay y Costa Rica, ambas por 1-0) y dos derrotas dolorosas, la primera ante El Salvador por 2-0 (la primera en su historia) y recientemente en casa ante Colombia por 3-0. Es esta última caída la que desnudó los puntos débiles de Perú y acentuó la desconfianza de los peruanos en lo que mostrará su selección, desde este sábado 15 ante Venezuela.

¿Qué sucede con Perú?

La irregularidad no es casualidad. El equipo de Ricardo Gareca no es el mismo desde que afrontó el Mundial de Rusia. En primer lugar, varios de sus jugadores no han mantenido un adecuado nivel de competencia, ya sea dentro de sus clubes o en los que posteriormente derivaron.

El caso emblema de esto es el de André Carrillo, quien militaba en el Watford de la Premier League inglesa y luego de Rusia 2018 fichó por el Al-Hilal de Arabia Saudita, un cambio más que significativo. Otro caso importante es el de Christian Ramos, defensa titular e indiscutible que emigró del fútbol mexicano al Al-Nassr árabe, pero que a los pocos meses tuvo que volver al Perú donde fue intrascendente con el FBC Melgar.

A casi un año de la experiencia mundialista, muchos seleccionados no han podido plasmar en la cancha ese valor agregado que significa jugar una Copa del Mundo. Demostrarlo es todavía una tarea pendiente.

Parches para salir del apuro

Otro factor para entender la irregularidad de Perú es que algunos jugadores, titulares o piezas de recambio importantes, sufrieron lesiones que obligaron al técnico a echar mano a otras opciones.

Este es el caso de Pedro Aquino, una de las apuestas de Ricardo Gareca que sorprendió gratamente en el mediocampo durante el Mundial y algunos amistosos del año pasado, pero una pubalgia lo alejó de las canchas desde febrero y no permitió su convocatoria.

Otro caso similar es el de Alberto Rodríguez, quien está lesionado desde finales de octubre del 2018. Él, junto a Ramos, conformaba la pareja de centrales titular y, ante las circunstancias, Gareca probó otras opciones como Luis Abram, Miguel Araujo, Anderson Santamaría. Hoy ese puesto puede ser de cualquiera de los tres mencionados, y ante la duda habría problemas.

El factor Gareca

Sin embargo, durante sus más de cuatro años de proceso, el ‘Tigre’ Gareca supo cultivar y destacar una de sus cualidades: lograr que el jugador peruano responda de manera positiva en la selección nacional más allá de su situación actual en su club.

El ejemplo más resaltante del catálogo es Christian Cueva. El volante dejó Sao Paulo para enrolarse al Krasnodar de Rusia luego de su paso mundialista, pero a los pocos meses volvió a Brasil para jugar en Santos donde es suplente. Sin embargo, supo remontar su mal momento anotando el gol de las últimas dos victorias de Perú en amistosos.

La capacidad del DT para recuperar futbolistas ‘extraviados’ se vio con Cueva, Luis Advíncula, Jefferson Farfán y ahora la repetirá con Carlos Zambrano, aquel cuya expulsión en la semifinal de la Copa América 2015 le costó el partido a ‘la franja’ y desde 2016 no fue llamado más. La experiencia indica que estas segundas oportunidades fueron bien aprovechadas.

¿Y qué hay de los 23 convocados?

Pues desglosemos cada espacio de la cancha.

En el arco, Gareca continuará apostando por Pedro Gallese como ‘el 1’. Pese a que su primer semestre en Alianza Lima no ha sido el mejor (tanto en la Copa Libertadores como en el torneo peruano), en la selección suele mostrar su mejor faceta profesional. Esa es la garantía que guarda con el técnico para seguir en el once titular y, hasta que no la quiebre con errores garrafales, seguirá así por un buen tiempo más. En la banca repite Carlos Cáceda como el segundo arquero y como tercer elemento entra Patricio Álvarez en lugar de José Carvallo.

En la defensa central es donde hay más dudas. Sin la dupla Rodríguez-Ramos (por lo explicado más arriba), el DT intentó todas las combinaciones posibles y todo indica que formará con Carlos Zambrano y Miguel Araujo o Luis Abram. En segundo plano cuenta con Anderson Santamaría y Alexander Callens. Donde no hay dudas es en su zaga lateral: Miguel Trauco por izquierda y Luis Advíncula por derecha, con Aldo Corzo como salvavidas en caso sufra una suspensión o lesión.

En el mediocampo, Perú casi siempre forma una primera línea de dos centrales, dos extremos por cada banda y un hombre más adelantado. Al medio tiene a tres pasajeros para dos asientos: Renato Tapia, Yoshimar Yotún y su última apuesta, Christofer Gonzáles. El que esté menos fino en los entrenamientos quedará fuera.

En los laterales, usualmente forman André Carrillo por derecha y Edison Flores por izquierda. Y el ataque de la volante sería Christian Cueva. No obstante, debido a la irregularidad de Carrillo, Cueva podría tomar su lugar dejando solo 4 personas en vez de 5. En segundo plano quedan Andy Polo, el debutante Jesús Pretell y Josepmir Ballón, quien fue llamado de último minuto por la lesión de Paolo Hurtado.

En el ataque, Paolo Guerrero es el hombre fijo a estar de ‘9’, ya sea como único punta o acompañado. En los últimos dos amistosos se le vio muy solo intentando pelear los balones, por lo que Gareca evalúa incluir a Jefferson Farfán como un delantero más, un poco retrasado y libre para pescar alguna jugada. En la banca queda Raúl Ruidíaz, quien todavía tiene una deuda goleadora pendiente con la bicolor.

Como vemos, el esquema táctico ordinario de Perú es el 4-2-3-1. Sin embargo, podría modificarse al clásico 4-4-2 si cuenta con sus máximos referentes en óptimo estado.

¿Qué esperar de Perú hoy?

Perú es un equipo que intenta jugar bien, en el sentido más clásico de la palabra: avanzar tocando pase con pase y así llegar al área. Sorprenderá en el marcador si los delanteros están finos o si la defensa rival está desatenta.

Cuando esto funciona, el ánimo colectivo es el mejor. Y cuando no funciona, el equipo se carga de presión con pundonor y vergüenza deportiva. Se vuelve más golpeador, pero sin dejar de intentar jugar a como sabe.

Lo que deberían esperar los rivales de Perú es un grupo fuerte que saldrá a buscar el partido en tanto le dejen los espacios.

Así partió el avión a Porto Alegre, con más dudas que certezas en las calles limeñas, con todo y su nubosidad pre invernal. La gente que pensó que el siguiente, paso tras el Mundial, era ganar la tercera Copa América ya dejó de pensar así. Y eso en parte está bien, porque Perú es un plantel que dejó la etapa de formación para entrar a la consolidación.

Esa consolidación debe pasar por todos los elementos: jugadores e hinchada. Con el pasar de los partidos, ese cielo gris podría abrirse para dejar pasar los rayos del sol.

Hablando de certezas, a escasas horas de que Ricardo Gareca afronte su tercer torneo continental, parece que él tiene el pensamiento más claro que todos. Pese a los tropiezos y las zancadillas previas. Solamente que no lo quiere compartir hasta el sábado.

 

 

Corresponsal desde Perú

José de Paz

En Twitter: @jozestereo

 

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